divendres, de gener 21, 2005

Sonne

Es tan fácil ser feliz. No hace falta mucho: una sonrisa, unos crêpes con nutella, un corte de pelo, más sonrisas, un perfume de mascarilla, un paseo en la lluvia bajo un paraguas vuelto del revés.

Y entonces nos damos cuenta de que estamos vivos, de que no estamos solos, de que compartimos más que un cielo y mil estrellas...

Son momentos fugaces, que brillan una vez en medio de la noche y que poco a poco se extinguen... y que aún así quedan grabados en el alma, flash de una cámara que se marca en el corazón...